11 febrero 2013

CONCURSO DE ENIGMAS

EL GANADOR DE NUESTRO CONCURSO DE ENIGMAS HA SIDO ÁLVARO MARTÍNEZ LAHOZ, DE 3º A. ENHORABUENA Y FELICIDADES POR EL PREMIO.

10 febrero 2013

POETA DEL MES

ÁNGEL GUINDA. FEBRERO 2013


Ángel Guinda Casales nació en Zaragoza el 26 de agosto de 1948.

A los dieciséis años estaba una tarde sentado en un banco del Paseo de la Constitución de su ciudad natal, meditando frente a una escultura de amantes emparaguados, cuando la Poesía se le apareció, poseyéndole. Desde entonces existe y resiste a golpe de versos.

A finales de los sesenta comenzó a dar recitales, e inició estudios de Medicina que pronto abandonó por la Enseñanza. Sus primeros libros aparecieron en la década de los setenta, y a principios de los ochenta recogió su poesía asumida hasta ese momento en Vida ávida, que destacó muy pronto por la crudeza de sus textos y lo autodestructivo de su propuesta.

 

Compaginó con la escritura su trabajo de profesor de Lengua y Literatura Española: primero en el Prepirineo aragonés y posteriormente en Zaragoza, hasta que desencantado a raíz del juicio contra "La Guinda del Espermento" se exilió a Madrid en 1987.


Su etapa madrileña dio paso a una poesía más existencialista, más preocupada por la soledad y el paso del tiempo. De esta época son las publicaciones Conocimiento del medio, La llegada del mal tiempo y Biografía de la muerte.

Con el nuevo siglo, su afán de comunicar y transmitir le ha llevado a una poesía muy abierta y solidaria, llegando con Claro interior a un público más amplio que se identifica con sus Poemas para los demás.

Es autor de la letra del Himno de Aragón junto a Ildefonso-Manuel Gil, Rosendo Tello y Manuel Vilas. Durante su trayectoria también ha sido traductor, ha publicado artículos sobre arte y literatura en diversos periódicos y revistas de tirada nacional, y editor, fundando la colección Puyal de poesía en 1977 y la revista Malvís en 1988.

Ha sido galardonado con el Premio de las Letras Aragonesas 2010.


POEMAS

De su última publicación Rigor Vitae (2013)

 

El coartado

 

Yo soy el coartado entre el mundo y la muerte.

Me tambaleo sobre el puente de los ecos.

Oscura es la sombra, pero es muy clara la palabra sombra.

(En una de estas líneas aparece y desaparece el rayo.)

La tempestad se refugia en mi interior.

Hoy me acuesto en el techo, vigilo la cama. Si mi muerto se mueve le dispararé al hígado con la botella.

Tiemblan cadalsos en mi cabeza.

¡Destruiré el mundo y asesinaré a la muerte!

¿Cómo salir de aquí?

Buscaré una "Entrada de emergencia" que desgarre el atolondramiento y alcance la lejanía.

Hasta embocarme ira de sangre que chorrea sangre, ¡o romperme la sangre chorreando bocas!


 

¿Soy la baldosa?

 

¿Soy la baldosa que se mueve de tanto ser pisada?

¡Soy el tragapatíbulos!

Una chimenea crece en cada uno de mis pies. ¡Camino a tientas en medio de revólveres!

El fanático degüella por la espalda a su rehén ante una cámara.

Soy el teléfono que cuelga de una mano del aire. ¡El resucitado que muere definitivamente!

Patrullas embriagadas de furor ejecutan la masacre en una aldea.

¡Caen de mis ojos rascacielos mojados!

Tras el eco vagabundo de los tiros de gracia, soy el reguero de sangre que busca por las calles un corazón que lo contenga.

Mi dolor se camufla en un cromlech, como fauces salvajes en el vientre abierto de la oveja agonizante.

(Estas imágenes corren despavoridas dentro de mi cabeza.)

 

 

De caja de lava (2011)

 

Tal vez vosotros sabéis..

 

No sé, escucho himnos dentro de las lágrimas.
Tuve una casa con ventanas en el techo:
veía tiburones, cordilleras, trenes volar.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
No sé bien qué es la paz:
llegué tarde a la guerra.
La tempestad está tras la montaña,
sobrellevo el estruendo de su luz.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
Tiemblan mis pies
cuando retumba el eco del silencio,
no sé si las palabras tienen sangre.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
No sé por qué se tambalea el vértigo
cuando miro las cúpulas,
pero noto en mi pecho borboteos de petróleo.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
Mi país es un rompecabezas,
al más mínimo golpe se desvertebrará:
ya no tendré país.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
Desde el avión veía sobre el mar
manadas de elefantes petrificados,
dromedarios tendidos, sombras de cocodrilos:
me dijeron que eran islas griegas.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
Huyo, siempre huyo: acaso tras las puertas
que arrancan sus bisagras, sus cerrajas
y, a lomos de las llamas, corren irrefrenables
para aclamar a los ladridos del mar.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
La poesía debe ser extrema,
estampido de mundos, abrazo de la pólvora,
escardar las tinieblas con antorchas,
trepanación de asombro y ebriedad.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.
Yo no sé qué preguntan al sol los limoneros.
Ignoro los secretos de las algas y de las medusas.
Tampoco sé si esto es un poema
o una pequeña galería de hormigas.
Tal vez vosotros sabéis, yo sólo canto.